PLANTAS NATIVAS
Micropropagación en la Fundación
Micropropagación de plantas nativas para
la restauración ambiental y mitigación del cambio climático
La situación ambiental actual a nivel mundial afronta un estado crítico, donde las decisiones que se tomen serán cruciales para determinar el futuro de la naturaleza que nos rodea. Las grandes ciudades vistas como “ecosistemas urbanos” representan uno de los escenarios más desafiantes para mantener un equilibrio ecológico sostenible. La Ciudad de Buenos Aires tiene en vigencia su Plan de Acción Climática 2050 (PAC), en el que apuesta por la conservación y mejora del arbolado urbano, pero el cumplimiento de este plan exige aumentar la disponibilidad de plantas nativas para su inserción en los espacios a restaurar y conservar. Similares desafíos presentan la mayoría de los 40 municipios que integran el AMBA, fundamentalmente aquellos que integran el primer y segundo cordón, los cuales se encuentran muy por debajo de la cantidad de espacios verdes públicos recomendados por habitante, al tiempo que es un área geográfica que concentra el 35% de la población del país.
Actualmente, la producción de plantas nativas se basa en la germinación de semillas en tierra o técnicas de jardinería estándares (como el estacado o el acodo), considerados métodos convencionales de cultivo. Estos métodos no solo están limitados por la infraestructura y la estacionalidad anual para la producción en gran número, sino que, además, no siempre logran dar una solución eficaz en la multiplicación de especies en peligro de extinción o con requerimientos especiales que hacen difícil su reproducción. Abarcar la creciente demanda de plantas nativas requiere un incremento en la producción, que implica adecuar los espacios disponibles para la reproducción de plantas y así mismo buscar herramientas biotecnológicas (como la micropropagación in vitro) que den soluciones a través de la investigación. Todos estos motivos dan origen al presente proyecto.
Micropropagación
en la Fundación
En la década de 1980 ocurre el auge de los cultivos de tejido vegetales en nuestro país como herramienta científica, aunque a nivel internacional surgían los primeros intentos de realizarlo a gran escala para la producción de plantas libres de virus.
Proyecto de Restauración Ambiental
Nuevos Protocolos
El Proyecto de Restauración ambiental propone continuar el desarrollo de nuevos protocolos de reproducción in vitro de plantas nativas de Buenos Aires y alrededores para la renovación y creación de áreas verdes urbanas y la restauración ambiental de áreas naturales, ecoparques y reservas ecológicas. Se plantea un sistema de multiplicación masiva de plantas a través de la micropropagación de especies nativas y su posterior aclimatación en tierra para su liberación.
Nuevo Laboratorio
La Fundación Cassará ha instalado un nuevo laboratorio de micropropagación vegetal que puede visitarse en el paseo de nativas del ecoparque de la Ciudad de Buenos Aires. Esté módulo de investigación cuenta con toda la tecnología necesaria y será el lugar de trabajo de científicos y especialistas botánicos. Junto al laboratorio se encuentra el invernadero donde los ejemplares producidos crecerán hasta alcanzar la edad y tamaño apropiado para llevarlos a sus destinos.
Conocimiento Científico
El proyecto significará un avance en el conocimiento científico de la flora local y la generación de gran cantidad de plantas autóctonas. De esta forma se conseguirá fortalecer las áreas verdes urbanas formando biocorredores pensados específicamente para nuestra región, contribuyendo a la estabilidad y sostenibilidad ambiental, la conservación de flora y fauna y la mitigación y adaptación al cambio climático.
Listado de Especies
Rusticación
(adaptación al medio ambiente natural)
La planta in vitro cuenta con un medio ideal en cuanto a condiciones de crecimiento (luz, humedad y nutrientes). Si se desea pasarla a tierra, dicho pasaje se hace de manera que sea lo menos brusco posible y en forma paulatina.
La planta que esta creciendo in vitro , debe ser retirada del frasco, procediéndose a limpiar sus raíces con agua fría tratando de separar con suavidad, la mayor cantidad de medio de cultivo adherido a las mismas. Luego se la deja sumergida en agua en caso de ser necesario.
Se prepara una maceta con tierra, se la humedece bien y en su centro se realiza un pequeño orificio lo suficientemente profundo de manera que al colocar la planta en la maceta la raíz quede sumergida en la tierra. Luego se compacta suavemente la tierra alrededor del cuello de la planta. Se riega bien y se procede a cubrir todo el recipiente con una bolsa plástica transparente. La bolsa se empañará. Luego se procede a perforar la bolsa con 3 o 4 punciones, que se repetirán sucesivamente durante los días siguientes de manera de ir rompiendo la cobertura. En ningún momento exponer la maceta a sol directo. En 15 o 30 días, la planta se encontrará “rusticada” retirándose entonces la bolsa y procediendo a cuidarla según los requerimientos de la especie.